En determinadas ocasiones, autónomos, empresas y particulares deciden no consultar a una asesoría fiscal. Estos son algunos de los riesgos a los que se enfrentan.
Detrás del ahorro económico por no contratar a un asesor fiscal se ocultan una serie de peligros para el contribuyente. Entre los más repetidos se encuentran:
• La posibilidad de recibir sanciones administrativas por no cumplir con las obligaciones fiscales. No disponer de una asesoría fiscal puede llevarnos a cometer errores en el pago de impuestos. Si ocurre, pueden ser detectado fácilmente en una inspección fiscal; Hacienda nos notificará después el error y exigirá el pago de impuestos con sus intereses de demora correspondientes si fuese el caso.
• La falta de planificación fiscal para pagar a tiempo los impuestos. Tramitar las gestiones fiscales junto a un sinfín de tareas no resulta fácil. Muchos autónomos y empresarios con poca experiencia olvidan reservar los importes de IVA o IRPF. Esto les obliga a aplazar el pago y asumir intereses. Con una asesoría fiscal podrás tener mayor control gracias a una mejor planificación fiscal.
• No hallar la solución más adecuada a tu situación en el momento. No hay dos autónomos ni dos empresas con idénticas circunstancias. El conocimiento de un asesor fiscal es clave para elegir la vía más satisfactoria en cada caso. Sin la ayuda de un experto se puede complicar la toma de decisiones.
• No aprovechar las ventajas fiscales. El desconocimiento nos puede conducir a no aprovechar bonificaciones y mejores condiciones en el pago de impuestos.
Todos estos errores pueden causar un grave daño a particulares, autónomos y empresas. Para evitarlo conviene contar con la ayuda profesional de un asesor fiscal. Desde Domínguez-Franco Abogados ponemos a tu disposición nuestros servicios de asesoría fiscal en Sevilla, que se complementan con los de asesoría laboral y asesoría contable.
